VERSO LIBRE

VERSO LIBRE

domingo, 10 de mayo de 2009

ALZHEIMER

¿Has visto cómo la luz se deshace sumisa
poco a poco
en la niebla amable de la tarde
y cae después, agotada y desnuda
en el silo sin fondo de la noche?

Así me fui alejando del hogar de mi pasado
como si las ramas del árbol donde habito
alguien las hubiera volteado al aire
llevándose todos sus moradores
y entregar, después, sus hojas indefensas
a la infinita pradera del espacio
condenadas a vivir sin albedrío.

Sólo mi cuerpo se quedó aquí
cosido al silencio,
embozado en sus raíces muertas
como un muñeco desahuciado y roto,
sin ninguna identidad.
Mi alrededor lo siento todo apagado
yerto igual que la estéril ceniza
entre los muros agrietados del olvido.
Sigo llorando al recordar
cómo tu mano se desabrochaba de la mía
con obligada lentitud
hasta verla desaparecer en otras luces envolventes.
Ahora los pasos y las voces
se acercan trotando hasta el límite de mi conciencia
pareciendo pequeños tambores desentonados.
La aguja que tejía mi presencia entre vosotros
quedó suspendida en un latido indefenso.

No sé en qué brazos descansan
mis recuerdos de ayer, cuarteados e inseguros.
Igual que el humo trepador
se esconde y adormece entre las grietas del aire,
me pregunto dónde se han encaramado
las ramas que en su vendaje boscoso los ocultan.

¿Por qué no puedo ya viajar
desde esta pequeña y frágil almena de mi silla
hasta ese telar blanco de la infancia
donde mariposas azules lo cultivaban,
recuperarlo
y compartirlo con los demás
hilvanados los hilos perdidos de mi memoria?

Acércate
oh mar desbocado y sudoroso,
desovilla, si puedes, este sudario
que cubre los ojos silentes de mi alma
tendidos en esa línea difusa del horizonte
donde se acuestan los sueños,
y alienta con tus fuertes brazos
el regreso de esa paloma blanca
que guarda mis recuerdos, y que aún aletea,
para que me amortajes con ellos
y entre tus senos, después, vacíame.

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