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Yo que tú
sin pensarlo
me quitaría la tristeza de los ojos
así
sin gafas
me vestiría de blanco de arriba abajo
el lino y la seda te sientan bien
te recomiendo la sexta de Beethoven
pero hay muchas más
acudiría a plazas rebosadas de gentes
de todas las edades
también buscaría alas
sí, sí,
alas de las de verdad
para volar no importa dónde
volar tal vez
a las oquedades de esos valles inquietos y profundos
entraría en una iglesia a esas horas de intimar
mira que no te hablo de árboles ni de pájaros
de la calle me alejaría
de los cafés de conversaciones tediosas
vendrías conmigo
a lo más alto de la torre de un campanario
¿a que te gustaría abrazar el viento entre tus manos?
siempre descalzo caminaría
sobre la piel rugosa y vetusta de los montes
llamaría a la lluvia
para acostarme desnudo en el telar de sus racimos
así
quietecito
oyendo su mensaje
y cubrirme de tierra húmeda
recién empapada y purísima
la palabra la guardaría de momento
me gustaría detener todos los péndulos
¡pasa el tiempo tan deprisa!
juntaría todos los caminos
y los ríos que no he visto
sólo para sentirlos juntos a mí
tampoco te hablo del mar
no abarco su grandeza
después estaría solo un buen rato –indefinido-
llenándome de Nada
hasta vaciarme
¿me acompañas?
Yo que tú
sin pensarlo
me quitaría la tristeza de los ojos
así
sin gafas
me vestiría de blanco de arriba abajo
el lino y la seda te sientan bien
te recomiendo la sexta de Beethoven
pero hay muchas más
acudiría a plazas rebosadas de gentes
de todas las edades
también buscaría alas
sí, sí,
alas de las de verdad
para volar no importa dónde
volar tal vez
a las oquedades de esos valles inquietos y profundos
entraría en una iglesia a esas horas de intimar
mira que no te hablo de árboles ni de pájaros
de la calle me alejaría
de los cafés de conversaciones tediosas
vendrías conmigo
a lo más alto de la torre de un campanario
¿a que te gustaría abrazar el viento entre tus manos?
siempre descalzo caminaría
sobre la piel rugosa y vetusta de los montes
llamaría a la lluvia
para acostarme desnudo en el telar de sus racimos
así
quietecito
oyendo su mensaje
y cubrirme de tierra húmeda
recién empapada y purísima
la palabra la guardaría de momento
me gustaría detener todos los péndulos
¡pasa el tiempo tan deprisa!
juntaría todos los caminos
y los ríos que no he visto
sólo para sentirlos juntos a mí
tampoco te hablo del mar
no abarco su grandeza
después estaría solo un buen rato –indefinido-
llenándome de Nada
hasta vaciarme
¿me acompañas?
Estos versos Javier son una maravilla, tu forma de escribir es atrapadora por la magia que derramas, felicidades poeta
ResponderEliminarUn abrazo, Stella